Los estudiosos de la retroalimentación de políticas argumentan que la relación entre política y política es dinámica y recíproca. Por ejemplo, las políticas “hacen ciudadanos”, enseñando al público quién merece un tratamiento gubernamental positivo y quién no (Schneider e Ingram 1993, Soss 2000, Mettler y Soss 2004). Además, las experiencias individuales con la política dan forma a la participación y las creencias sobre el gobierno (Bruch, Ferree y Soss 2010, Mettler 2005, Weaver y Lerman 2010), que luego dan forma a la política futura. Pero pocos académicos han examinado cómo las experiencias con una ley dan forma a las actitudes hacia aquellos a los que se dirige la política. A partir de Kreitzer y Smith (2018), utilizamos una encuesta de 3000 encuestados en MTurk (incluida una muestra adicional de personas de color) para mostrar cómo la experiencia directa e indirecta con la política da forma a las construcciones sociales de grupos políticamente relevantes. Específicamente, examinamos la experiencia directa (personal) e indirecta (a través de alguien que conocen bien) con dos áreas de política (justicia penal y bienestar social) que dan forma a las percepciones de los objetivos de la justicia penal y la política de bienestar. Encontramos que el efecto del contacto político está racializado; el contacto de política tiene un mayor efecto en los encuestados blancos en comparación con los encuestados negros. Pero a pesar de este contacto, las actitudes de los blancos sobre el merecimiento de los grupos son inferiores a las de sus contrapartes negras.