El artículo analiza las políticas económicas y sociales implementadas durante los gobiernos de Evo Morales en Bolivia, a la que muchos académicos consideran como un caso único de desarrollo económico heterodoxo. Intenta contribuir a la comprensión del desarrollo y del proceso económico de Bolivia en la última década desde una perspectiva de derechos humanos, incluyendo los desafíos y contradicciones. Los interrogantes planteados incluyen si hubo inclusión social y económica durante los gobiernos de Evo Morales y, en ese caso, en qué medida, cuáles fueron las principales políticas económicas y sociales implementadas por el gobierno para reducir la pobreza y la desigualdad, y si el modelo socioeconómico implementado fue económica, financiera y ambientalmente sustentable. El artículo muestra que entre 2006 y 2019, Bolivia fue exitosa en transformarse a sí misma en una economía floreciente en la región mientras la pobreza y la desigualdad eran reducidas significativamente. Sin embargo, ha habido una necesidad emergente de reevaluar la sustentabilidad económica y medioambiental del modelo prevaleciente a la luz de los desequilibrios fiscales causados por la caída en los precios de los hidrocarburos en 2014, la rápida pérdida de reservas internacionales, el aumento de la deuda pública, la alta dependencia frente al extractivismo y una limitada diversificación económica, un sistema tributario regresivo y una gran cuota de informalidad en la economía. La discusión incluye los actos brutales de los agentes estatales contra la población luego de las elecciones presidenciales en 2019.